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Pastores de Cristo
UNA PUBLICACIÓN DE ESPIRITUALIDAD PARA SACERDOTES
INDICE
El Pastor Principal del Rebaño
"Yo soy el Buen Pastor. El buen pastor da su vida por sus ovejas. El
asalariado, que no es pastor, ni dueño de las ovejas, huye ante el lobo abandonándolas,
el lobo las agarra y las dispersa, porque no es más que un asalariado y no le importan
las ovejas. Yo soy el Buen Pastor: conozco las mías y las mías me conocen a mí. Así
como me conoce el Padre, también yo conozco al Padre, y yo doy mi vida por mis
ovejas." (Jn 10:11-15)1.
Un auténtico pastor cuida de su rebaño en todas sus necesidades. Esto
incluye procurar a sus ovejas la adecuada comida. Jesús el Pastor perfecto proporciona en
abundancia el alimento a su grey. Se nos da en la Eucaristía en su cuerpo, sangre, alma y
divinidad para nuestro crecimiento espiritual. También nos alimenta a través de su
palabra, de sus enseñanzas. El evangelio de Juan, en 6, 35-59 combina ambos aspectos
-Cristo alimentándonos a través de su enseñanza y a través de la Eucaristía. Esta
especial sección del evangelio de Juan nos presenta el majestuoso discurso sobre el Pan
de Vida. La primera parte, versículos 35-50, habla de la enseñanza de Jesús como
alimento, como el pan de vida. Esta primera parte contiene lo que podíamos llamar tema
sapiencial. La segunda parte, versículos 51-59, habla de la Eucaristía como nuestro
alimento celestial. Así pués, esta parte contiene el tema sacramental. La Misa, por
supuesto, contiene los dos aspectos del tema de Juan sobre el Pan de Vida. En la Misa la
Liturgia de la Palabra y la Liturgia de la Eucaristía están íntimamente unidas. Ambos
aspectos del tema sobre el Pan de Vida nos están revelando el inmenso amor que Dios nos
tiene. La Eucaristía es el sacramento del amor de Jesús desbordado por nosotros. Su
enseñanza está condensada en las expresiones del inmenso amor que Dios nos tiene y
nuestra obligación de amar a Dios y al prójimo. Cada día debiéramos pedir en nuestra
oración que llegásemos a comprender todo lo que Dios nos ama, y cómo es de especial y
singular su amor por nosotros, en Cristo Jesús nuestro Salvador. Creciendo en esta
consciencia y viviendo de acuerdo a ella son las llaves para robustecer nuestra vida
espiritual. Cuanto más convencidos estamos de que el amor de Jesús por nosotros es
único y personal, más capaces seremos de entrar en una profunda relación amorosa con
El. Y, si tenemos una correcta relación amorosa con Jesús, todo lo demás ajustará en
su sitio correctamente también. Así pués, mientras crecemos en unión con Jesús, El
nos guía en medio de las penas y las alegrías a la más íntima unión con el Padre en
el Espíritu Santo con María, nuestra Madre, a nuestro lado.
- El documento, Enseñanza sobre la Devoción a la Eucaristía nos dice:
"El Misterio de la Eucaristía es el auténtico centro de la Sagrada Liturgia y por
lo tanto de toda la vida cristiana. Consiguientemente la Iglesia, guiada por el Espíritu
Santo, busca insistentemente entender y vivir plenamente la Eucaristía."
Luego de referirse a varios documentos de la Iglesia, la Enseñanza continua:
"Entre los principios doctrinales concernientes a la Eucaristía formulados en
estos documentos de la Iglesia, debieramos notar lo siguiente en conexión con la actitud
de los cristianos hacia el misterio, y por tanto cayendo bajo el prisma de esta
enseñanza."
"a) El Hijo de Dios en la humana naturaleza que incorporó a sí mismo redimió a la
humanidad y la transformó en una nueva creación venciendo la muerte a través de su
propia muerte y resurrección. (cf. Gal. 6, 15; 1 Cor. 5, 17). Dándonos su Espíritu
místicamente incorporó a su cuerpo a sus hermanos y hermanas reunidos de todas las
naciones. En ese cuerpo la vida de Cristo es comunicada a todos los que creen; porque a
través de los sacramentos están unidos de una forma misteriosa pero real al Cristo
sufriente y glorificado.
"Así pués, 'Nuestro Salvador, en la Ultima Cena, la noche que iba a ser entregado,
instituyó el Sacrificio Eucarístico de su Cuerpo y de su Sangre para poder perpetuar el
Sacrificio de la Cruz a través de los siglos hasta que venga de nuevo. De este modo
confió a la Iglesia, su amada esposa, el memorial de su muerte y resurrección: un
sacramento de amor, un signo de unidad, un vínculo de caridad, una comida pascual en la
que comemos a Cristo, el corazón se llena de gracia, y se nos da una promesa de gloria
futura."
"Por tanto la misa, la Cena del Señor, es a la vez e inseparablemente:
" - Un sacrificio en el que se perpetua el Sacrificio de la Cruz;
" - Un memorial de la muerte y resurrección del Señor, que dijo 'hagan esto en
memoria mía' (Lc.22,19);
" - Un banquete sagrado en el que, a través de la comunión del Cuerpo y Sangre del
Señor, el Pueblo de Dios comparte los beneficios del Sacrificio Pascual, renueva la nueva
Alianza que Dios ha hecho con la humanidad una vez por todas con la Sangre de Cristo, y en
fe y esperanza augura y anticipa el banquete escatológico en el reino del Padre,
proclamando la muerte del Señor hasta que vuelva.
"b) En la Misa, por lo tanto, el sacrificio y el sagrado banquete pertenecen al mismo
misterio -tal es así que están unidos por un lazo muy íntimo.
"De esta manera en el sacrificio de la misa nuestro Señor es inmolado cuando
'comienza a estar presente sacramentalmente como comida espiritual de los creyentes bajo
las apariencias de pan y vino.' Por este motivo Cristo confió este sacrificio a la
Iglesia, para que los creyentes puedan compartir en él, espiritualmente, por la fe y la
caridad, y sacramentalmente, a través del banquete de la sagrada Comunión. Participar en
la Cena del Señor es estar siempre en comunión con Cristo que se ofrece a sí mismo por
nosotros en sacrificio al Padre.
"c) La celebración de la Eucaristía, que toma lugar en la misa, no es sólo la
acción de Cristo, sino también de la Iglesia. En ella Cristo perpetua de una manera
no-sangrienta el sacrificio ofrecido en la cruz, ofreciéndose a sí mismo al Padre por la
salvación del mundo a través del ministerio de los sacerdotes. La Iglesia, esposa y
ministro de Cristo, lleva a cabo junto con El el papel de sacerdote y víctima, le ofrece
al Padre y al mismo tiempo hace una ofrenda total de sí misma junto con El.
"Así la Iglesia en la Plegaria Eucarística, junto con Cristo, da gracias al Padre
en el Espíritu Santo por todas las bendiciones que El da a la humanidad en la creación y
especialmente en el Misterio Pascual, y le pide la venida de su reino.
"d) Consecuentemente, ni la Misa, ni cualquier otra acción litúrgica, es una
acción privada, sino más bien una celebración de la Iglesia como sociedad compuesta de
diferentes ordenes y ministerios, en los que cada miembro actua de acuerdo a su propio
orden y función.
"e) La celebración de la Eucaristía en el sacrificio de la Misa es el origen y
culmen de la devoción mostrada a la Eucaristía fuera de la misa. No son sólo las
sagradas especies que permanecen después de la misa procedentes de la misa, sino que
ellas son conservadas para que los creyentes que no pueden venir a misa puedan estar
unidos a Cristo y su sacrificio celebrado en la misa a través de la Comunión Sacramental
recibida con las debidas disposiciones.
"Consiguientemente el sacrificio de la Eucaristía es el principio y culminación de
todo culto en la Iglesia y de toda la vida cristiana. Los creyentes participan más
plenamente en este sacramento de acción de gracias, propiciación, petición, y alabanza,
no sólo cuando con todo su corazón ofrecen la sagrada víctima, y en ella a sí mismos,
al Padre con el sacerdote, sino también cuando reciben esta misma víctima
sacramentalmente.
"f) No debiera haber duda en mente alguna 'que todos los creyentes deberían mostrar
al Santísimos Sacramento la devoción que es debida al verdadero Dios, como ha sido
siempre la costumbre de la Iglesia Católica. De ninguna manera va a ser menos adorado
porque fue instituído por Cristo para ser comido'. Así, pues, incluso en la reserva
sacramental El va a ser adorado porque El está substancialmente presente ahí por esa
conversión del pan y vino que el concilio de Trento llama más apropiadamente
'transubstanciación'.
"g) El misterio de la Eucaristía debiera, por tanto, ser considerado en toda su
plenitud, no sólo en la celebración de la misa, sino también en la devoción a las
sagradas especies que permanecen después de la misa y son reservadas para expandir la
gracia del sacrificio.
"Estos son los principios de los que deben ser extraídas las reglas prácticas para
organizar la devoción debida al sacramento fuera de la misa y su adecuada relación con
el actual ordenamiento del sacrificio de la misa según el pensamiento del Concilio
Vaticano II Segundo y todos los demás documentos de la Sede Apostólica sobre este
tema."2
- El Padre Edward Leen nos ofrece esta inspiradas palabras sobre la Eucaristía:
"De nuevo nuestro Señor impuso sus manos sobre los apóstoles, sus labios
pronunciaron una oración, y luego dijo: 'Hagan esto en conmemoración mía'; y el gran
misterio que El había llevado a cabo se perpetuó, se hizo posible hasta el final de los
tiempos. Se innauguró el sacerdocio católico. Por esta acción de nuestro Señor se hizo
posible para siempre su permanencia en la tierra entre nosotros, a los que nos amó en
manera desmedida.
Y más aún El conocía en su divina providencia lo que eso significaba para El. Aunque
vió que su cuerpo y su sangre serían tratados con reverencia por multitud de almas
devotas, también se dió plenamente cuenta que en muchas otras circunstancias a través
de los tiempos estaría manejado a merced de sacerdotes indignos y pecadores que le
tratarían con irreverencia y sacrílegamente. El tenía en mente todas las profanaciones,
ultrajes, y lo que es más doloroso todavía para su amoroso corazón , la fría
indiferencia que él iba a sufrir de los cristianos tibios y descuidados.
Nada de eso le era desconocido, pero quiso someterse a todo por interés de los que se
iban a aprovechar de su rebajamiento y así encontrar las primicias de su amor. El amor,
especialmente el amor divino, no se detiene a calcular y a sopesar ventajas y desventajas
para hacer una decisión sensata. El arriesgó todo para servir a unos pocos, a los que
él se empeñó en llamar a una mayor intimidad con El.
"Este amor que nos tiene le impulsa a entrar en una más íntima unión con las
almas, para estar tan cerca de ellas como no lo había estado nunca desde que bajando a la
tierra se hizo uno de tantos. Durante su vida mortal predicó y sus palabras penetraron en
los corazones de sus oyentes poniéndoles en acción de una manera extraña. Pero en la
Sagrada Comunión su contacto con nosotros es mucho más íntimo y vital que el que tuvo
con aquellos que siguían en masa sus pasos por los caminos de Galilea. Esta comunión es
más activa y más plena de vida entregada.
"En dos ocasiones distintas su Padre Dios del cielo reveló que el Hijo de María era
su Hijo Amado en quien ponía sus complacencias. El significado de este testimonio se
entiende así: No hay un ser en el que Dios pueda complacerse, y al que por tanto El pueda
extender su amor, a no ser que sea Jesucristo o alguien que se transforme a su imagen.
Ninguna forma de vida humana puede agradar a Dios excepto El, o alguien que toma su forma
de ser como modelo...Al menos que agrademos a Dios no podemos ser salvados, no podemos
entender el designio de nuestra adopción divina. No podemos agradar a Dios al menos que
nos parezcamos a Jesucristo. Y el Santísimo Sacramento es instituído con el propósito
de perfeccionar en nosotros esta semejanza. La comida corporal se transforma en la carne
del que la recibe; esta comida celestial, alimento de nuestras almas, que es el Cuerpo y
Sangre de Cristo, tiene justamente el efecto opuesto: Esta comida cambia al que la recibe
en otro Cristo. No tenemos que olvidar que la presencia que sigue en nosotros después que
recibimos la sagrada comunión es una presencia viva y activa. Nuestro Señor está más
realmente presente en nosotros que lo que puede estar una persona que nos está hablando.
Así como El influenció mientras estaba en la tierra a los que permitió ser atraídos
por la fascinación de su personalidad, así lleva a cabo un profundo efecto en el alma a
quien se comunica, si esa alma desea someterse a su acción. No podemos estar en la
compañía de alguien que es bueno sin interesarnos por la bondad; no podemos estar con
nuestro Señor -y estamos tan cerca de El tal como lo estemos deseando- sin recibir los
efectos de su virtud y sin ser impulsados a ser como El era, sin ser arrastrados, en un
sentido místico a hacernos uno con El, a transformanos en 'otros Cristos'."3
- Santo Tomás de Aquino nos dice:
"Ya que fue la voluntad del Hijo de Dios que
los seres humanos compartiéramos en su divinidad, El mismo asumió nuestra naturaleza de
manera que haciéndose uno de nosotros El pudiera hacernos a los seres humanos dioses.
Además, cuando El tomó nuestra carne se dedicó por completo a nuestra salvación.
Ofreció su cuerpo a Dios Padre en el altar de la cruz como sacrificio por nuestra
reconciliación. Derramó su sangre como rescate y purificación, para que pudieramos ser
redimidos de nuestro penoso estado de esclavitud y limpiados de todo pecado. Pero para
asegurar que el memorial de este singular don permaneciera con nosotros para siempre, nos
dejó su cuerpo como comida y su sangre como bebida para que los creyentes le tomáramos
en forma de pan y de vino.
"¡Oh precioso y maravilloso banquete, que nos trae la salvación y contiene toda
dulzura! ¿Podría alguna otra cosa tener un valor tan profundo? Bajo la antigua ley era
la carne de terneras y cabritos lo que se ofrecía, pero aquí es el mismo Cristo, el
mismo Dios, el que se nos presenta como nuestra comida. ¿Qué puede ser más maravilloso
que esto? Ningún otro sacramento tiene tan gran poder de sanar; a través de él los
pecados se purifican, las virtudes se desarrollan, y el alma se enriquece con toda clase
de bienes espirituales. Se ofrece en la Iglesia por los vivos y por los muertos, de tal
manera que lo que se instituyó para la salvación de todos pueda ser de provecho para
todos. Y finalmente, nadie puede expresar la dulzura de este sacramento, en el que la
felicidad espiritual es saboreada en su verdadera fuente, y en el que se renueva la
memoria del amor sin medida que Cristo nos ha revelado en su pasión.
"Fue para dejar impresa más firmemente la enormidad de este amor en el corazón de
los creyentes por lo que nuestro Señor instituyó este sacramento en la Ultima Cena.
Cuando estaba a punto de dejar este mundo para irse al Padre, después de celebrar la
Pascua con sus discípulos, lo dejó como un permanente memorial de su pasión. Fue el
cumplimiento de las antiguas imágenes y el más grande de todos los milagros, mientras
que para los que iban a experimentar el dolor de su partida, estaba destinado a ser un
singular y permanente consuelo."4
- Aquí tenemos una canción Eucarística:
"Oh Ardiente Corazón, Oh amor divino,
cuán dulce eres para mí. Veo la Hostia, sé que estás aquí para amarme y protegerme.
Ahora conozco un poco de tu amor, y lo querido que eres para mí. Ven y dame vida, vida
abundante, estoy sediento de estar contigo. No puedo hablar, porque no hay palabras para
decir lo que mi corazón siente. Te quiero tanto, que con dificultad puedo respirar cuando
vienes a mí. Ahora conozco un poco de tu amor, y lo querido que eres para mí. Ven y dame
vida, vida abundante, estoy sediento de estar contigo. ¡Tu delicado corazón, cómo late
de amor cada día!. Quiero darte todo mi amor, someterme totalmente. Ahora conozco un poco
de tu amor, y lo querido que eres para mí. Ven y dame vida, vida abundante, estoy
sediento de estar contigo."
- Aquí tenemos una oración Eucarística:
"Oh Jesus, cuánto te quiero! Hazme
crecer en amor por tí. Ayúdame a entender cada vez más el inmenso amor con que tu
corazón late por mí en el Calvario, el amor que está presente en tu Corazón
glorificado. Permíteme captar, con un entendimiento más profundo, que tu corazón fue
traspasado en el Calvario por la lanza de un soldado y sólo por mi amor. Tómame, Jesús,
cada vez más cerca a tu corazón. Y ahí, déjame guiarme por este horno inflamado de
caridad. Así, fortalecido, refrescado, y animado, permíteme que continúe viviendo la
misa todo el día, y cada día."
- Fulton Sheen nos ofrece un relato dramático:
"Había un sacerdote que tenía
un puesto alto en las oficinas de la diocesis. Fue cambiado de su puesto por causa del
alcoholismo. Fue a otra diócesis pero continuó dando escándalo. Sucedió que vino a un
retiro cuando yo estaba hablando de la Hora Santa, y desde ese día él hizo la hora
santa. Murió en la presencia del Santísimo Sacramento uno o dos meses más tarde. Había
estado luchando por vencer la bebida por años. Al final venció por el poder de su nueva
amistad. El se enamoró del Señor.
"¿Porqué no tenemos celo? Simplemente porque no estamos enamorados. Una vez que
estemos enamorados todo será posible. Cuando amamos al Señor, queremos estar con El.
Este es el primer efecto del amor."5
- Henri Nouwen detecta:
"La tragedia es que hay mucho resentimiento escondido en
la Iglesia. Es uno de los más paralizantes aspectos de la comunidad Cristiana.
'Todavía, la Eucaristía presenta otra opción. Nos ofrece la posibilidad de escoger no
resentimiento sino gratitud. Lamentar nuestras pérdidas es el primer paso para salir del
resentimiento hacia la gratitud. Las lágrimas de nuestra aflicción pueden suavizar las
heridas profundas y abrirnos a la posibilidad de decir 'gracias' '
"La palabra 'Eucaristía' literalmente significa 'acción de gracias'. Celebrar la
Eucaristía y vivir una vida eucarística están en total conexión con el agradecimiento.
Vivir una vida eucarística es vivir la vida como un regalo, un regalo por el que uno es
agradecido' "6
- San Pedro Julian Eymard, fundador de los Padres del Santísimo Sacramento, nos dice:
"Es cierto también que el mundo hace todo lo que tiene en sus manos para impedirnos
amar a Jesús en el Santísimo Sacramento con un real y práctico amor, para impedirnos
visitarle, y para incapacitar los efectos este amor.
"El mundo monopoliza la atención de las almas; las busca y las esclaviza con
externas ocupaciones para impedirlas morar por largo tiempo en el amor de Jesús.
"Incluso lucha directamente contra este amor práctico y lo presenta como opcional,
principalmente lo presenta como practicable sólo en el convento.
"Y el diablo se empeña en incesante lucha contra nuestro amor a Jesús en el
Santísimo Sacramento.
"Sabe que Jesús está ahí, vivo y substancialmente presente; que por sí mismo
está atrayendo las almas y tomando posesión de ellas. El diablo intenta borrar el
pensamiento de la Eucaristía en nosotros, y su positivo impacto; ya que en su mente eso
decidiría el asunto de esta lucha.
"Y todavía Dios es todo amor.
"Este amigable Salvador implora por nosotros desde la Hostia: 'Amame como yo te he
amado; permanece en mi amor. Vine a encender el fuego de amor en la tierra y mi más
ardiente deseo es que pusiera a todos los corazones en fuego."7
- ¿Porqué vamos a tener miedo?
"¿No se venden acaso cinco pajaritos por
dos monedas? Y, sin embargo, Dios no olvida a ninguno de ellos. En cuanto a ustedes, hasta
los cabellos de su cabeza están contados. No teman, pues, ustedes valen más que muchos
pajarillos." (Lc 12,6-7)
El temor a una inseguridad financiera, el temor de no ser aceptado por los otros, el temor
a fallar en lo profesional, la ansiedad en lo que se refiere a si uno es capaz de manejar
una crisis inevitable, el espectro de fracasar en lo académico, el temor de ser rechazado
en el amor -todos estos son unos pocos aspectos de otras miles de ansiedades y
preocupaciones que pueden angustiar a la gente con una cantidad de senderos en la vida que
ahora se tuercen y dan vuelta, ahora se extienden en linea recta, ahora descienden al
valle, ahora suben donde el horizonte puede ser visto claramente. Que se encuentren
circunstancias durante el curso de la vida que puedan aumentar la preocupación y la
ansiedad es cosa de esperar. Permitir que esta cantidad de temores nos dominen y nos roben
la paz elemental de la mente es reaccionar incorrectamente. Afrontar los temores y las
preocupaciones con ánimo y confianza cristianos, y así esencialmente controlarles, es
vivir de las palabras de Jesús.
Reaccionar incorrectamente a las ocasiones que nos causan temor incrementa toda clase de
problemas. Obviamente, pueden disminuir de manera considerable nuestra alegría. Pueden
retardar el crecimiento de la personalidad, disminuyendo nuestra atracción para los
demás, pueden estorsionar la salud física y mental. Pueden impedirnos ser auténticos
testigos del echo de que somos mensajeros de la Buena Nueva, del echo de que Jesús
intenta hacernos libres de toda suerte de esclavitudes, incluyendo el temor y la
preocupación deprimentes.
¿Porqué, entonces, no decidimos de una vez por todas tomar en serio la palabra de
Jesús? El nos dice que no debemos preocuparnos. El nos dice que evitemos toda ansiedad.
El nos ama. Su Padre nos ama. El Espíritu Santo nos ama. Nos quieren más que nosotros
nos queremos a nosotros mismos. Su amor puede penetrar y cortar los lazos de cualquier
temor, preocupación y ansiedad. Sí, su amor puede hacer todo esto si se lo permitimos.
- Su voluntad es que seamos felices.
"Después de tres días lo hallaron en
el Templo, sentado en medio de los maestros de la Ley, escuchándolos y haciéndoles
preguntas. Todos los que lo oían quedaban asombrados de su inteligencia y de sus
respuestas. Al encontrarlo, se emocionaron mucho y su madre le dijo: 'Hijo,¿por qué te
has portado así? Tu padre y yo te buscábamos muy preocupados.' El les contestó: '¿Y
por qué me buscaban? ¿No saben que tengo que preocuparme de los asuntos de mi padre?'
Pero ellos no comprendieron lo que les acababa de decir." (Lc 2,46-50)
La escena anterior describe cómo María y José encontraron a Jesús después de haber
estado separados de él. De camino a casa después de la celebración de la Pascua, se
dieron al fín cuenta de que Jesús no iba con ellos, y se volvieron a Jerusalén en su
búsqueda. La escena contiene varias lecciones para nosotros en lo que se refiere a la
voluntad de Dios.
La escena nos recuerda que el principio guía de Jesús en su vida de amor es la
conformidad con la voluntad del Padre. De alguna manera Jesús sabía que él debía
permanecer en el templo en ese momento aunque María y José estaban de regreso a casa. Su
forma de actuar no era diferente en el ejemplo presente de lo que había sido en el pasado
y sería en el futuro. La voluntad de su Padre se hizo manifiesta y El obedeció. Su Padre
le mostró el camino y El lo siguió. El camino del Padre fue siempre el camino de Jesús,
todos los días, cada día, y en todos los asuntos.
Este acontecimiento en la vida de Cristo también nos demuestra que la conformidad a la
voluntad de Dios a veces ocasiona dolor en los que amamos. Jesús sabía que su quedarse
atrás causaría sufrimiento a María y José -bien podemos imaginar su ansiedad. Jesus
lamentó que esto tuviera que pasar. Por supuesto, El no era insensible a los sentimientos
de sus padres, pero tenía que hacer lo que hizo. En nuestra vida puede haber situaciones
similares. Precisamente porque estamos intentando seguir y hacer la voluntad de Dios,
sabemos que estamos causando dolor a los que queremos. Incluso sabemos que no hay otra
forma de actuar si queremos estar abiertos a los designios de Dios.
El encuentro del Niño Jesús en el templo nos muestra otro punto más concerniente a la
conformidad con la voluntad de Dios. María y José sabían de alguna manera que era
voluntad de Dios que Jesús permaneciera en Jerusalén mientras se dirigieron de vuelta a
Nazaret. Pero no comprendieron porqué sucedió esto. Reconocieron la voluntad de Dios,
pero no la entendieron. Sin embargo aceptaron esta voluntad, junto con el dolor que
ocasionó en sus vidas, a pesar de su falta de conocimiento. La enseñanza para nuestras
propias vidas cristianas se manifiesta muy real. A menudo sucede un acontecimiento que no
entendemos. Nos damos cuenta de alguna manera que eso es la voluntad de Dios, al menos su
voluntad permisiva, pero no entendemos por qué, y ese nuestro desconocimiento es parte de
nuestra pena.
Es obvio, según hemos visto anteriormente, que la conformidad amorosa con voluntad de
Dios es el único camino, aunque no siempre es fácil. Algunos, a veces, están tentados a
sentirse resentidos e incluso rebeldes cuando se enfrentan con los desagradables aspectos
de tener que abrazar la voluntad de Dios. Si uno cae en la tentación, dicho resentimiento
y rebelión sólo se convierten en una calle sin salida, un sendero que conduce a la
amargura e infelicidad. Sabemos muy bien esto. Sabemos que la única guía segura que
tenemos en nuestro viaje a la felicidad es la voluntad de Dios. Sabemos que, a pesar de
que nuestros sentimientos puedan sugerirnos de otra manera, el único camino para la
felicidad auténtica es el camino de Dios. Sabemos que Dios quiere nuestra felicidad más
que nosotros mismos. Sabemos que si él permite que el sufrimento suceda es para hacer su
voluntad, y de la misma manera nos concede la gracia de asumir este dolor de manera
adecuada y provechosa como un paso hacia una realización más plena. Sabemos, pues, que
en el centro más profundo de nuestra existencia, la voluntad de Dios es nuestra
felicidad.
- Ser como Dios.
Y creó Dios al hombre a su imagen. A imagen de Dios lo creó.
Macho y hembra los creó." (Gen 1,27)
Tenemos una grande y noble vocación. Estamos llamados a ser como Dios. Estamos llamados a
ser reflejo de Dios. Estamos llamados a entender nuestro auténtico destino dándonos
cuenta de que es semejante al destino de Dios.
Uno puede llegar a traicionar su destino. Una persona puede adulterar la imagen divina en
la que hemos sido hechos. Una persona puede horrorosamente desfigurar la semejanza divina
que es nuestra gloria. Cuando uno engaña y miente, o comete adulterio, o insensiblemente
vuelve la espalda al hambriento y al enfermo, cuando uno persigue hedonísticamente los
placeres, cuando uno tortura y asesina -cuando una persona hace estas cosas, se está
traicionando el propio destino, está rechazando el singular privilegio y responsabilidad
de actuar a semejanza de Dios.
Por otra parte, podemos reflejar la bondad divina en un sin número de maneras. Cuando
amamos, cuando servimos a los otros, cuando somos amables y compasivos, cuando respondemos
a la voz de los que gritan pidiendo asistencia, cuando sonreímos a la alegría e
inocencia de un niño, cuando continuamos dando aunque nosotros no recibamos, cuando
simpatizamos en profundidad con el que está abatido por un dolor agonizante, cuando
enjugamos las lágrimas de los otros -cuando hacemos todas estas cosas, entonces estamos
viviendo de acuerdo a nuestro destino, entonces estamos potenciando el singular privilegio
y responsabilidad de actuar a semejanza de Dios.
Cada día es un reto a vivir al estilo de Dios. Cada día es una oportunidad de rechazar
esos obstáculos que bloquean una imitación de lo divino. Cada día es una invitación de
Dios a ser como El, mientras nos afanamos por lo verdadero, lo bueno, y lo bello.
Las palabra que siguen son tomadas de unos escritos preparados por el Padre Stephen J.
Rossetti para la Conferencia Nacional del Comité de Obispos Católicos sobre la Vida
Sacerdotal y el Ministerio. El Padre Rossetti es presidente y jefe ejecutivo de la oficina
del Instituto San Lucas en Silver Spring, Maryland. Este escrito se dió a conocer más
tarde en la publicación trimestral Desarrollo Humano de donde tomamos los
siguientes párrafos:
- "Cada día empleo más tiempo trabajando en la salud psicológica de nuestros
sacerdotes. Cada vez más, creo que la mayor parte de nuestra actual necesidad está en el
area de la espiritualidad."
- "En nuestro Instituto, recientemente se ha llevado a cabo un estudio que encontró
que el porcentaje medio de inteligencia de nuestros pacientes sacerdotes es 122, que está
muy por encima de la sociedad normal que es 100. Esto coloca a nuestros hombres en el más
alto rango del 7 por ciento de sus compañeros. Los sacerdotes, como grupo, son hombres
muy inteligentes.
"También en su educación y adiestramiento, han desarrollado bien sus capacidades
intelectuales. Los sacerdotes católicos son hombres de palabra que se comprometen con
regularidad en hablar en público. Pueden discutir ideas y conceptos abstractos con mucha
facilidad. De hecho, estas cualidades son importantes para el éxito del ministerio de un
sacerdote.
"Sin embargo, tener una relación personal con Jesús significa también orar desde
el corazón, el lugar en el que El mora. Y así muchos de los hombres que se atrofian en
el sacerdocio no pueden encontrar 'el corazón' porque están estancados en sus
'cabezas'...
"Desarrollar una relación personal con Dios, o cualquier otra relación, implica la
importante tarea de mover nuestra oración y diálogo fuera de nuestra cabeza y llevarla
al corazón. En este caso, el término 'corazón', usado en sentido metafórico, no se
refiere sólo a la vida afectiva de una persona; primeramente indica 'el lugar de las
fuerzas vitales de una persona', citando a Javier Leon-Dufour en el Diccionario del Nuevo
Testamento. Es uno de los 'lugares más escondidos', el lugar donde 'mora el espíritu del
Hijo.'
"Tratar de moverse de la cabeza al corazón puede ser realmente difícil para un
hombre que puede tener poca idea de cómo entender el aspecto afectivo de su persona, y
mucho menos los aspectos íntimos de sí mismo. Al ponerse en contacto con lo más íntimo
de su corazón, la persona se hace a sí misma vulnerable a Dios y a los otros. Esto puede
proporcionar una visión de las cosas que nos aterra.
"También es muy importante que nos abramos al otro. Tenemos un gran deseo de ser
conocidos y de ser amados. Es en el corazón donde experimentamos ambos...
"Es importante notar que el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad. Orar desde el
corazón significa primero ser vulnerable a Dios' "
- "En 1993 la 'Federación Nacional de Consejos de Sacerdotes' (FNCS) hizo un estudio
sobre 1,186 sacerdotes en los Estados Unidos. Parte del estudio preguntaba a cerca de una
satisfación global y moral de los sacerdotes. El FNCS encontró que el 91 por cien de los
sacerdotes decía que ellos 'estaban utilizando sus destrezas y habilidades en su
ministerio'... Cuando se preguntó qué aspectos del sacerdocio encontraban más
plenificantes, las respuestas decían que la mayor fuente de satisfacción residía en la
administración de los sacramentos y en el presidir la liturgia. La siguiente fuente de
satisfacción era predicar la Palabra y la oportunidad de trabajar con mucha gente y ser
una parte de sus vidas...
"Los resultados de los estudios de FNCS confirman mis propias impresiones de que los
sacerdotes son ministros creyentes que encuentran mucha satisfacción en su trabajo
diario. Se sientan al lado de los que mueren. Visitan los enfermos. Celebran los
sacramentos. Predican la Palabra. En pocas palabras, cuando vienen tiempos difíciles
ellos están ahí. Y los sacerdotes encuentran mucha satisfacción en este trabajo...
"Sin embargo, examinando la vida espiritual de nuestros sacerdotes, encontramos
muchos que no tienen una vida floreciente. Para encontrar qué es lo que no va bien en la
espiritualidad de estos hombres, pudiera ser instructivo mirar a la vida de un sacerdote
que va bien...
"El Padre Jim, un sacerdote amigo y rector de la Catedral celebró su 25 aniversario
de sacerdocio hace pocos meses...
"En la liturgia de su aniversario, dijo a sus feligreses que le preguntaban cómo
había permanecido en el sacerdocio por tantos años y todavía conservaba su sentido del
humor. Primero, habló del amor, la fe, y el apoyo de sus padres y familia... En segundo
lugar, habló del apoyo de sus amigos, especialmente sus amigos sacerdotes... Y
finalmente, delante de la muchedumbre reunida en la catedral, Jim habló de una muy
personal relación de amistad con Jesús.
"Siempre conocimos al Padre Jim como un hombre de fe y dedicación a su gente. Lo que
no habíamos visto tan públicamente era su interior y profunda espiritualidad de
sacerdote. Tiene que haber sido esta profundidad interior quien le ha alimentado su fe y
dedicación durante veinticinco años.
"Se ha dicho que los sacerdotes pasan un momento muy difícil hablando abiertamente
de su sexualidad. Esto es cierto. Pero hay otro tema que casi nunca es discutido en
público y que es más íntimo al sacerdote que su sexualidad: su íntima relación de
amistad con Dios. Cada uno de los que estabamos sentados en la Catedral ese día fuimos
impresionados por el testimonio de este hombre que tiene una tal personal relación de
amistad con Jesús."8
Agustín, uno de los mayores intelectuales en la historia de la Iglesia, fue también
un hombre de pasión y sentimientos profundos. Después de su conversión, su apasionada
naturaleza lo volvió de una vida de pecado a una vida de una maravillosa dedicación a
Cristo. El es un extraordinario ejemplo de cómo las emociones humanas, los sentimientos
humanos, son para ser usados en el servicio de Dios.
Aquí siguen extractos de algunos escritos de San Agustín.
- En su libro Las Confesiones, leemos estas conmovedoras palabras
: "Quién
soy yo y qué clase de hombre soy? ¿Qué mal no ha existido ahí en mis acciones, en mis
palabras, o si no en mis palabras, luego en mi voluntad? Pero Tú, Señor, eres bueno y
compasivo, y tu mano derecha tuvo en consideración la profundidad de mi muerte y has
hecho que saliera del abismo de la corrupción que estaba en el fondo de mi corazón. Por
este don tuyo vine a querer totalmente no lo que yo quería sino lo que tú querías.
Pero, ¿dónde estaba mi voluntad en todo ese largo tiempo, y desde qué profundidad de
hundimiento y escondido lugar fue llamada en el momento en que yo agaché mi cabeza a tu
yugo suave y mis hombros a tu carga ligera, Cristo Jesús, mi Salvador y Redentor? Qué
bonito y tan de repente me encontré libre de las bellezas de todas esas vanidades, y
ahora es un gozo renunciar a lo que había tenido tanto miedo perder. Porque Tú las
sacaste de mí, oh verdadera y suprema Belleza. Tú las sacaste de mí y tomaste su lugar
en mí. Tú que eres más suave que todos los placeres incluso los de la carne y sangre;
más resplandeciente que toda la luz y más íntimo y profundo que ningún secreto; más
alto en dignidad que todos los honores, pero no para aquellos que se consideran de rango
noble a sí mismos. Ahora mi mente estaba libre de todas las preocupaciones que la habían
corroído ansiando y logrando lujuriosamente revolcarse en el fango de los deseos
carnales. Y hablé contigo como hablan los amigos, mi gloria, mi riqueza y mi salvación,
mi Señor y Dios."9
- El corazón sensible de Agustín es de nuevo puesto de manifiesto en esta poéticas
palabras
:
Pregunta a la belleza de la tierra,
a la belleza del mar,
a la belleza de la atmósfera que te rodea,
a la belleza del cielo;
pregunta al orden de las estrellas,
al sol cuyo resplandor ilumina el día,
a la luna cuyo brillo suaviza la oscuridad de la noche;
pregunta a las criaturas que se mueven en el agua,
que vagan por la tierra,
que vuelan por el aire;
al espíritu que está en lo escondido,
a la materia que es palpable;
a las cosas visibles que siguen un orden,
a las invisibles que las guían;
pregunta a todos ellos.
Ellos te contestarán:
"Observa y ve, somos bellos."
Su belleza es la proclamación de la existencia de Dios.
¿Quién hizo todas estas cosas bellas que cambian,
si no el que es bello y no cambia?10
- Y de nuevo, los profundos sentimientos de Agustín nos hablan desde Las Confesiones
:
"¿Dónde te encontré que llegué a conocerte? Tú no estabas en mi memoria antes de
que yo supiera de tí. ¿Dónde, pues, te encontré antes de que llegara a conocerte, si
no en Tí mismo, muy por encima de mí? Venimos a tí y vamos desde tí, pero no se
necesita ningún lugar físico para este proceso. En todo lugar, oh Verdad, tú estás
presente para todos los que buscan tu ayuda, y de una vez y al mismo tiempo contestas a
todos, aunque buscan tu consejo sobre diferentes asuntos.
Tus respuestas son claras, pero no todos oyen con claridad. Todos piden lo que quieren,
pero no siempre oyen la respuesta que desean. El mejor servidor es el que no se empeña
tanto en oir que su petición ha sido contestada, sino más bien el que se empeña en
querer cualquier cosa que oiga de tí.
¡Tarde te he amado, oh Belleza siempre antigua, siempre nueva, tarde te he amado! Estabas
dentro de mí, pero yo estaba fuera, y era ahí donde yo te buscaba. En mi fealdad me
sumergía en las cosas maravillosas que tú creaste. Tú estabas conmigo, pero yo no
estaba contigo. Las cosas creadas me alejaron de tí; y si ellas no hubiesen estado en tí
no hubieran existido en absoluto. Me llamaste, me gritaste, e irrumpiste en mi sordera. Me
centelleaste, me iluminaste, y despejaste mi ceguera. Tomé aliento y ahora te ansio. Te
he saboreado; ahora tengo hambre y sed de mucho más. Me tocaste, y ardí en deseo por tu
paz."11
El amigo llamado Jesús
Aquí están unas palabras de San Claude de la Columbiere, uno de los más fervientes
apóstoles de la devoción al Corazón de Jesús. Hablando con Jesús, Claude dice:
Tú compartistes mis cargas,
Las tomas sobre tí.
Me escuchas con cariño
cuando te cuento mis problemas.
Nunca dejas de iluminrlos.
Te encuentro en todo tiempo
y en todo lugar.
Nunca me dejas solo.
Te encontraré siempre donde quiera que vaya.
No me abandonarás ni en la vejez ni en la adversidad.
Siempre me serás cada vez más cercano, y más
cuando todo parece venir en contra mía.
No importa cuán miserable yo pueda ser,
tú nunca dejarás de ser mi amigo.
Me aguantas mis defectos con una paciencia admirable.
Estás siempre listo para venir a mí, si así lo deseo.
¡Jesús, que muera alabándote!
¡Que muera amándote!
¡Que muera por tu amor!12
Bernardo, santo y doctor de la Iglesia, y un extraordinario devoto de María, nos
ofrece unas inspirantes palabras también:
"A no ser que estés hundido por las tempestades, no alejes tus ojos del esplendor
de esta estrella. Si las tormentas de la tentación crecen, si chocas contra las rocas de
la tribulación, mira a la estrella, invoca a María. Si te sientes agitado por las olas
del orgullo, de la ambición, de la calumnia, de la hostilidad, mira a la estrella, invoca
a María. Si el enfado violento o la avaricia o las tentaciones de la carne te molestan el
barco de tu mente, mira a María. Si te encuentras turbado por la inmensidad de tus
crímenes...Si te encuentras absorvido por el abismo de la depresión y de la
desesperación, piensa en María! En el peligro, en las preocupaciones, en la duda, piensa
en María, invoca a María. Que su nombre esté siempre en tus labios, y en tu corazón, y
que puedas recibir la ayuda de su oración, no ceses de seguir el ejemplo de su
conducta...Si ella te sostiene, no caerás, si ella te protege, no tienes que temer."13
Nuestro crecimiento de acuerdo al modelo de muerte-resurrección de Jesús es imposible
sin una vida de oración. El crecimiento en la oración no sólo aumenta nuestro amor a
Dios, sino que intensifica también nuestra amorosa preocupación por los otros.
Un maravilloso ejemplo de todo esto lo podemos ver en el estudio sobre la vida de
oración de Santa Catalina de Siena, santa y doctora de la Iglesia. La Hermana María
O'Driscoll, O.P., nos relata:
"Hemos podido conservar con nosotros veintiseis de las oraciones de Santa Catalina
de Siena. Con alguna posible excepción, estas no son oraciones que ella escribió o
dictó a otros. Más bien, son oraciones transcritas por sus seguidores que estaban
presentes cuando ella oraba en voz alta. Todas estas oraciones pertenecen a los últimos
cuatro años de su vida. Nos impresionan por su simplicidad, su intensa concentración en
Dios, que es repetidamente alabado y agradecido, y su constante deseo de que todos se
salven...
"Como lo evidencian sus oraciones, Catalina de Siena era una gran intercesora. En
ella encontramos su súplica a Dios de manera insistente y urgente pidiendo compasión por
todo el mundo, la Iglesia, el papa, sus amigos y seguidores, y todos en necesidad. Por
supuesto que ella no mira su oración de intercesión como un pasar la plegaria a Dios en
lugar de otras personas en tiempo de crisis, sino más bien como una expresión de su
profunda, amorosa, permanente entrega a Dios y a sus prójimos. En la vida de Catalina la
importancia y la intensidad de la intercesión aumentaba de acuerdo a su unión con Dios y
a su preocupación por los demás. Esta observación nos dice algo verdaderamente
significativo sobre la oración de intercesión en la vida cristiana, principalmente, que
no es, como algunas veces se piensa, un tipo de oración que uno pasa en el camino a las
alturas de la oración mística, como si la intercesión fuera para principiantes y la
mística para esos que son avanzados en la vida espiritual, sino como un tipo de oración
que pertenece más particularmente a la vida de unión contemplativa con Dios." 14
Señor Jesús, Pastor Principal del Rebaño, consagro mi vida sacerdotal a tu corazón
traspasado en el Calvario por nuestro amor. De tu Corazón traspasado nació la Iglesia,
la Iglesia a la que me has llamado, como sacerdote, para servir de la manera más selecta.
Revelas tu Corazón como el símbolo de tu amor en todos sus aspectos, incluyendo el más
delicado amor por mí, a quien has elegido como tu sacerdote-compañero. Ayúdame siempre
para entregar mi vida en servicio a Dios y al prójimo. Corazón de Jesús yo pongo en Tí
mi confianza!
Bienaventurada Virgen María, me consagro a tu maternal e Inmaculado Corazón, este
Corazón que es el símbolo de tu vida de amor. Tú eres la Madre de mi Salvador. Tú eres
también mi Madre. Tú me quieres con el más selecto amor como si fuese tu único
hijo-sacerdote. Y en respuesta, me entrego enteramente a tu amor y protección maternal.
Tú seguiste a Jesús a la perfección. Tú eres el primer y perfecto discípulo.
Enséñame a imitarte en la forma de presentar a Cristo. Sé mi maternal intercesora para
que a través de tu Corazón Inmaculado yo pueda ser guiado a una unión cada vez más
cercana al traspasado Corazón de Jesús, Primer Pastor del Rebaño, que me conduce al
Padre en el Espíritu Santo.
Agradecemos a todos los que han tomado su tiempo para escribirnos. Sus cartas son muy
apreciadas. Por falta de espacio sólo publicamos algunas. En este ejemplar sólo estamos
publicando cartas venidas de países extranjeros para ayudarnos a acentuar el aspecto
internacional de esta publicación:
Querido Rvd. Padre Ed Carter, S.J.:
Muchas gracias por proporcionarnos esta tan rica literatura espiritual.
La publicación de Pastores de Cristo nos ha sido muy útil y ha recibido positiva
respuesta de un buen número de sacerdotes. Gracias por su buen trabajo y nos sentiremos
muy felices si continua enviándonos su publicación.
P. Juan Bazimenyera, Instituto de San Agustín, Kampala,
Uganda.
Querido Padre Carter:
He tardado mucho en contestar a su carta que recibí hace un mes. Mis disculpas por
este retraso. Acabo de recibir su ejemplar de Marzo-Abril 1997, de Pastores de Cristo, que
le agradezco de todo corazón. He distribuído un montón de ellos a nuestros sacerdotes
de Gozitan, y ellos también quieren darle las gracias porque encuentran su publicación
muy rica en espiritualidad. Voy a enviar unas copias a los seminaristas de Malta y a
algunos sacerdotes de allí.
Por otra parte, yo creo que tengo algunas buenas noticias para Vd. Como hace poco más
de un mes, Su Señoría, Obispo de Baton Rouge fue nuestro huesped en la Casa de Retiro
Manresa. Vino a visitar las familias de tres sacerdotes de Gozitan que trabajan en su
diócesis. Le presenté esta publicación PASTORES DE CRISTO, que me agradeció
enormemente. También pasé unas copias al Director Espiritual del Colegio Americano en
Roma que venía acompañando a Su Señoría.
Que el Señor le bendiga con paz y amor.
Rvd. José M. Galdes, S.J., Gozo, Malta.
Las citas bíblicas son tomadas de La Nueva Biblia Latinoamericana, Ediciones
Paulinas (Madrid) y Verbo Divino (Estella, Navarra).
Documentos de Liturgia, "La Instrucción sobre la Devoción a la
Eucaristía" de 1967. Programa de entrenamiento litúrgico. Archiciócesis de
Chicago, pp. 37-41.
Rvd. Edward Leen, C.S..Sp., A Imagen de Cristo, Sheed and Ward, pp. 250-252.
Santo Tomás Aquino, en Liturgia de las Horas, Catholic Book Publishing Co., Vol
111, pp. 610-611.
A lo largo del Año con Fulton Sheen, recopilado por Henry Dietrich, Servant Books,
p. 15.
Henri Nouwen, Corazones en Fuego, Orbis, p. 30.
San Pedro Julian Eymard, La Presencia Real: Meditaciones Eucarísticas,
publicadas por Eymard League, tal como aparecen en Tesoro de la Sabiduría Católica, P.
Juan Hardin, S.J. ed., Ignatius Press, p. 584.
P. Stephen J. Rossetti, "La Espiritualidad del Sacerdocio" tal como aparece Hiirtian
Development, Vol 18. No. 1, Spring, 1997, pp. 26-32.
Las Confesiones de San Agustín, traducidas por John K. Ryan, Doubleday & Co.,
tal como aparecen en El Tesoro de la Sabiduría Católica, op. cit., p. 128.
San Agustín, tal como aparece en Liturgia de la Horas, op. cit., Vol III, p.
1967.
Ibid., p. 273.
San Claude de la Coluinbiere, tal como fue publicado por Apostolado de la Oración,
Provincia de la Compañía de Jesús de Detroit.
San Bernardo, como aparece en Hilda Graef, María: Una Historia de Doctrina y
Devoción, Christian Classics, Vol I., p. 237.
Catalina de Siena, Escritos Selectos, ed, Mary O'Driscoll, O.P., New City Press, p.
50.
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E-Mail: info@SofC.org
1997, JULIO/AUGOSTO
Pastores de Cristo
Los Ministerios de Pastores de Cristo
P.O. Box 193
Morrow, Ohio 45152-0193
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Pastores de Cristo, una publicación de espiritualidad para sacerdotes, se edita cada
dos meses por Shepeherds of Christ Ministries, P.O. Box 193, Morrow, Ohio 45152-0193, USA.
Como su distribución es gratis para todos los sacerdotes de los Estados Unidos, y se
está extendiendo internacionalmente, sus donaciones son muy importantes para nosotros.
Sugerencias y comentarios son bienvenidos, así como los cambios de dirección y
direcciones de los [sacerdotes] recién ordenados. El permiso de reproducción está
garantizado para uso no-comercial. Editor P. Edward Carter S.J., Profesor de Teología en
la Universidad Javier en Cincinnati, Ohio, USA, es el Director Espiritual para Shepherds
of Christ Ministries. Presidente de la junta de Directores es John Weickert. Presentación
del Buen Pastor por el Hermano Jerome Pryor J.S. Arreglos y diseños gráficos por Cathy
Ring. También dedicado al progreso espiritual de los sacerdotes está funcionando una red
de conexión mundial de grupos de oración para laicos/religiosos, Asociados a Pastores de
Cristo, oficina principal en 2919 Shawhan Road, Morrow, Ohio 45152, USA telefono
513-932-4451, fax 513-932-6791.
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